Viviendo

La noche empezó muy temprano, a lo lejos el ocaso se dejaba divisar, la humareda de las cocinas se veía escapar por algun agujero que tenían los techos la gente regresaba del campo luego de un arduo trabajo ...
Sorprendido de esta vida, Aquí el día terminaba y en la ciudad todo era tan alborotado, el ruido de los vehículos los periodistas tras el presidente, el trajín de los caminantes, el bullicio, las luces de neón que aglomeran las principales calles, el ruido ensordesedor, los asesinatos caos total .

Pero esta noche era diferente, lejos de la ciudad la luz de la luna era encantador el sonido del arrollo y el chirriar del grillo era mi compañía, sin rumbo ni refugio a los lejos un hombre guiaba a sus animales de regreso a casa con una vara entre las manos con botas en los pies para no hundirse en el barro que había dejado la lluvia , vacas, caballos, ovejas y pequeñas cabrillas en el sendero a medio oscurecer el hombrecito a paso ligero iba silvando como si el frio no calara en sus huesos, con su alforja en la espalda.

Por cosas del destino o buscando un refugio, nuestros caminos coincidieron, de algun modo tenía que sobrevivir esta noche fría...
Así que en medio del camino me detuve para charlar y confieso que la comunicación no fue fluida por el idioma, mas allá solo entendía algunas palabras pero suficiente para tener una charla llevadera, al estrecharle la mano sentí como si la tuviera cubierta de algun papel aspero, y era real la tenía rajada resquebrajada por el frío molido por trabajar la tierra el contacto con el agua todo ello complicaba su piel.
Entrando en confianza me preguntó de dode venía y ando iba... sin rodeos respondí que no sabía la noche ya había caído y no tenía pozada... entonces me dijo vamos a mi casa o por lo menos eso entendí o quise entenderlo así, de algún modo tenía que buscar refugio no pensaba dormir otra noche en la intemperie. Camino a su casa me conversó de la vida delcampo lo duro que es, a veces las cosechas no daban los frutos que esperaba, o se dañaba con la helada o alguna plaga que asolaba el campo, no había suficiente alimento para el ganado por eso iba a lugares mas apartados para alimentarlas y por ello regresaba al anochecer, el canto de la noche se oía a lo lejos.

Los animales sin mas guía llegaron a casa muy atrás nosotros, lleno de barro en los zapatos con frío y las mochilas a las espaldas llegando al cobertizo o al campo donde sujetaba en pequeñas estacas a los animales le ayude en lo que pude es decir no hice mucho, pero luego del pequeño trabajo su esposa preparo algo para comer, una delicosa sopa, un poco de maiz era la cena de la noche, y un pequeño espacio donde dormir entre piel de oveja ... y así pasó mi noche...